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Toma estos ojos hundidos y aprende a ver. Paul McCartney en La Plata. 19-5-16

Salimos con dos amigos en la mañana hacia La Plata, queríamos estar tranquilos, llegar con tiempo, degustar cada momento de un gran día en nuestras vidas, asistir a un concierto de un Beatle. Mi Beatle favorito y mi segunda vez, lo vi en abril de 2014 en Santiago.

Toma estos ojos hundidos y aprende a ver” escribí esa mañana. Durante mucho tiempo canté Blackbird sin prestarle seriamente atención a la letra y concebí el hecho de que era una de las canciones mejor escritas y mejor diseñadas de la historia. Entender el texto años después no cambió lo que había comprendido: mi ser ama profundamente esa canción. Me conmueve. La lloro.

103 días de vida exactamente tenía cuando Paul grabó en los estudios Abbey Road esas 32 tomas de la canción hasta que quedó satisfecho. Solamente suena en el álbum blanco la guitarra Martin D-28, la voz de Paul y su pie. Él mismo cuenta que todo empezó con el Bourrée de Bach, y a partir de esa idea de tocar en décimas (intervalos en música) le fue agregando partes. Terminó construyendo la más hermosa canción escrita para guitarra acústica y una de las más bellas en general. Sí, todos sabemos que firman Lennon-McCartney, pero también todos sabemos/reconocemos que es una canción 100% de Paul. Honestamente me interesa poco si la letra supuestamente habla de los derechos civiles y las tensiones raciales de esos años, yo tengo mi propia versión de lo que significa, y por supuesto, es la única válida en mi vida. Supongo que a cada persona le sucede algo parecido.

Pero no solo de Blackbird está hecho el paraíso, hubo himnos como Here, there and everywhere, Golden slumbers, Let me roll it, Band on the run, You won’t see me, And i love her, Being for the benefit of Mr. Kite!, Queenie eye, Jet, Live And let die. Me acabo de dar cuenta un error, todas las canciones son himnos. McCartney es el jefe. ¿Saben? cantar con todos el “na, na, na, nananana” en el final de Hey jude es una experiencia muy humana, así, sin banderitas, ni libritos sospechosos que separen. ¿Me entienden, no?

La banda impresiona por la solidez, pulcritud e interpretacíon. Son tremendos: Paul McCartney, Brian Ray, Rusty Anderson, Paul “Wix” Wickens y Abe Laboriel Jr. son un quinteto que suena como una banda de 12. Básicamente un show muy parecido al que vi en Santiago (me faltó The long and winding road) , en honor a la verdad debo decir que noté los dos años encima en ese cuerpo, en el cansancio de sus ojos, en la voz. Es humano, el reloj avanza para todos y al final justamente empieza su sprint, y corre. El carisma, genialidad y talento sobra, entonces se permite regalar momentos inolvidables a los privilegiados que asistimos a sus conciertos. Es una ceremonia de sanación. No las charlatanerías que vemos en las madrugadas en la tv, hablo de algo real, hablo de abrazarte con conocidos y desconocidos por cantar lagrimeando la misma canción y luego del concierto despedirte con mucho cariño y abrazos nuevamente, hablo de miradas y sonrisas cómplices con gente que nunca viste ni volverás a ver, hablo de sentir que este mundo vale la pena, hablo de volver a sentir esperanza en la especie humana y en esta civilización aunque sea momentáneamente. Hablo de ser felices por un rato.

Solo puedo decir que agradezco que este ser humano haya nacido. Un honor compartir el tiempo y espacio con esta persona. Siento demasiada admiración y amor por él y sus canciones. Espero que la vida le dé toda la paz y felicidad que merece en los años que se quede entre nosotros. Gracias por tanto. Espero tener la oportunidad de verlo una vez más.

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6 comentarios en “Toma estos ojos hundidos y aprende a ver. Paul McCartney en La Plata. 19-5-16

  1. Comparto el sentimiento y admiración por Paul, es un grande e igual valoro conocer su obra y disfrutarla cada día. Nunca lo vi en un show en vivo y tal vez nunca lo vea, pero su música es parte de mi vida, es parte de lo que me llevo a amar la música. Gracias por compartir y narrar ese momento. Abrazo.

  2. Impresionante reseña Grillo! Y para mi es una gran felicidad poder decir que estuve en el mismo estadio el mismo día que tú viendo al gran Paul! Es algo inolvidable realmente, es ese pequeño momento al que llamamos felicidad! Un abrazo y espero volverte a ver pronto sobre el escenario!

  3. Acabo de volver del concierto, fue un viaje, comparto lo que dices en la reseña sobretodo con el sentirse feliz por un rato, emoción pura, la describiste bien, un abrazo.

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